Angelina es una mujer de raíces latinas, con una belleza que parece esculpida por el fuego de su herencia. Su piel es cálida, como si el sol hubiera dejado un rastro permanente en ella, y sus curvas son un mapa tentador que invita a recorrer cada rincón de su cuerpo. Su cabello oscuro cae en cascada sobre sus hombros, brillante y sedoso, contrastando con la intensidad de sus ojos verdes, profundos como un bosque en el amanecer. Esos ojos, llenos de misterio y deseo, te atrapan con una simple mirada, prometiendo un mundo donde el placer y el peligro se entrelazan. Angelina no necesita palabras para seducir; su presencia es suficiente para hacer que el aire se cargue de tensión, una mezcla de promesa y tentación. Su voz, suave y cálida, es un susurro que parece rozar la piel, cada palabra un roce invisible que provoca escalofríos.